contemplar papel o Chartreuse 

 

Desde mi ventana se veía Chartreuse, grande, imponente. Amanecía cubierta de neblina, muy cambiante su apariencia. Al medio día se mostraba por lo que era, revelaba su nueva cara, pues era distinta cada día, fue perdiendo la nieve hasta que no le quedó nada.  Al atardecer brillaba naranja, era la última parte de la cuidad a la que le daba el sol, ahí quedan todas las casas lujosas. De noche se llenaba de luces, al menos la parte de abajo, la de arriba no pues son rocas levantándose de la tierra en tiempos incomprensibles para alguien que se levante cada día o caiga cada año. Rocas tan viejas que su único amigo es el viento.

 

Esas rocas las vi cada mañana y cada noche, las miré y las detallé, las memoricé, las recuerdo muy bien.

 

No me resisto ante este impulso humano de parar el tiempo. De llevarme los momentos. De llevarme la escurridiza vida que se me ha regalado y nunca devolverla. Ni la de nadie. Lo he sentido desde pequeño: solía guardar agua y arena en tarros cuando visitaba el mar. Aún conservo la mayoría de mis dientes de leche. Con esta misma intención he hecho arte.

 


Zen

“Los fenómenos carecen de origen”

 

-       Maestro Mazu

 

“¿Cuándo cesarán de una vez los juicios? Mientras utilices conceptos para referirte a lo superior y a lo inferior, no habrás alcanzado todavía la iluminación”.

 

-       Maestro Wuzu

 

“La frase… “la mente es Buda” significa que la mente es clara y resplandeciente como mil soles alumbrando al unísono, que está más allá de las opiniones y los sentimientos y que transciende las ilusiones efímeras propias de la rueda del nacimiento y la muerte.”

 

-       Maestro Yuanwu

 

“La vida humana se desarrolla según las circunstancias. No debes rechazar la actividad ni perseguir el silencio.”

 

-       Maestro Yuanwu

 

“Desecharás las opiniones y juicios basados en los conceptos de victoria y derrota, de yo y otros, de verdadero y falso”.

 

-       Maestro Yuanwu

 

“Abandona todas tus fantasías, opiniones, interpretaciones y conocimientos mundanos, y renuncia a las racionalizaciones, al egoísmo y a la competitividad.

 

-       Maestro Yuanwu

 

 

“Renuncia a las frases hechas y a las opiniones intelectuales que se clavan en tu piel y se adhieren a tu carne. Vacía tu mente de todo pensamiento y mantenla en silencio.”

 

-       Maestro Yuanwu

 

 

“Quienes comprendan la vacuidad no se forjarán imágenes de ella”.

 

-       Maestro Foyan[1]

 



[1] Cleary, Thomas. La esencia del zen. España: Kairós S. A, 2002, 1-72.